Lo que no se ve también existe

                                                                              

LO QUE NO SE VE TAMBIEN EXISTE.                                                       Carmen Pagés – Rufino de Mingo

Dos caminos distintos pero coincidentes en la sensibilidad pictórica, se manifiestan en esta exposición de Carmen Pagés y Rufino de Mingo. Ambos persiguen lo mismo, crear interés por lo humano y su entorno. En estos tiempos difíciles, también para la creación, expresan con su obra la complejidad de la vida, la injusticia, la belleza, resaltando en la estructura de sus composiciones el color, la materia, la forma, eternos elementos de la pintura. Crean así su particular visión. (Manuel Alcorlo)

 

 

 

Hace un par de años, en la exposición de estos mismos pintores tan comprometidos socialmente en la galería Ra del Rey, el maestro y académico Manuel Alcorlo hizo la siguiente presentación:

“LO QUE NO SE VE NO EXISTE”, con esta simple fórmula grupos de presión, importantes galerías, dominando la información a través de los medios de comunicación, acaparando las salas públicas, han conseguido hacer desaparecer del mundo del arte a todos los artistas que estos nuevos Señores y Señoras del arte no consideran rentables o modernos.

Con la ayuda de expertos en marketing, asesores financieros, representantes públicos, han transformado los valores de la pintura, la escultura, el dibujo, el grabado…. en bienes de inversión, en blanqueo de dinero negro.

 

 

Pero “LO QUE NO QUIEREN QUE SE VEA, EXISTE”: miles de artistas con un gran patrimonio acumulado en los estudios, vemos con estupor, como somos arrinconados y como nos han desahuciado del mundo del arte. ¿Dónde están los críticos, los historiadores de arte? ¿Qué piensan de los museos clónicos, del giro que han impuesto a las artes visuales?

 

 

 

 

 

 

Es un problema mundial, un capitalismo de “fondos buitre” que, desde su poder económico compra, tasa, promociona, tacha, con la frialdad del especulador.

España, por desgracia para tantos ciudadanos honrados, es un país donde ha triunfado la corrupción más soez y hortera en la mayoría de las instituciones que han manejado dinero público, desde algún personaje de la monarquía o cercano a ella, hasta pequeños ayuntamientos, siempre salvando honrosas excepciones.

 

 

 

 

 

¿Y qué ha pasado en el mundo del arte dónde también se ha invertido mucho dinero público?  ¿Por qué nadie ha investigado?

Nos han convertido en invisibles, pero como a Blas de Otero “nos queda la palabra”, y como a Munch “el grito”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta exposición que ayer inauguramos en nuestro espacio de “El Marco Verde” quiere ser un contrapunto a la situación que se plantea anteriormente. Queremos, y además debemos, dar la palabra, o al que lo prefiera, prestar el grito a los artistas comprometidos, al arte por el arte, al arte como expresión libre, al arte como denuncia, al arte como motivación e incluso al arte como contemplación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Carmen Pagés y Rufino de Mingo son dos artistas muy diferentes que sin embargo suman y se complementan. Su denominador común es su afán solidario, su actitud positiva, y su enorme sensibilidad para luchar por las causas justas y por tanto contra toda injusticia y opresión.

 

 

 

 

 

 

 

Algunos de sus personajes luchan, navegan y hasta naufragan, pero siempre se salvan. Esa actitud solidaria, comprensiva y positiva ayuda para buscar la luz y la salida en los laberintos en los que algunos habitamos y en los que a menudo nos perdemos.

Además, y no menos importante en este oficio de pintar, sus conocimientos plásticos y su propuesta estética nos ofrece una gama de obras pictóricas de gran belleza y evocador lenguaje.